Mundaka, País Vasco
En la desembocadura de la Ría de Guernica se encuentra una de las mejores
y más largas, olas de izquierda, no de España sino del mundo. Con el
dragado de la bahía estuvo a punto de desaparecer este patrimonio
natural que afortunadamente se va recuperando año tras año. Se trata de una ola tubular, de dos metros de altura y casi 400 metros de recorrido que
necesita de fuerte marejada de noroeste. Los mejores meses para
disfrutarla son los de otoño e invierno, cuando sopla viento de sur o
sudoeste.
El Quemao (La Santa, Lanzarote)
Su potencia la convierte en el
“Pipeline” europeo. Es una ola de metro y medio mínimo, de derecha e
izquierda, aunque la izquierda suele tener tubos más espectaculares.
Exige un nivel alto de surf porque su fondo de roca volcánica no es
precisamente para dejarse acariciar por sus aristas. Necesita oleaje
(“swell”, para los surfistas) de oeste y viento de sur o sudeste.
Alcanza una altura de metro y medio y la mejor época para disfrutar de
ella es en otoño e invierno.
Rodiles (Asturias)
La mejor de la costa asturiana. En
la desembocadura de la Ría de Villaviciosa, es una ola de izquierda, de
un metro como mínimo, tubular y aunque no tan larga como la de Mundaka,
sí más consistente. Hasta la fecha, resiste la presión de proyectos que
hacen peligrar su existencia. Necesita oleaje fuerte de noroeste y
también está a punto de caramelo en los meses de otoño e invierno,
cuando sopla viento de sur o suroeste.
SuperTubos (Peniche, Portugal)
Su fondo de arena muy compacta y las
características de esta playa hacen que la ola rompa muy cerca de la
orilla y muy fuerte, lo que hace que su tubo sea impresionante (como su
revolcón). Es uno de los “beach breaks” más contundentes del mundo. La
ola es de izquierda y derecha, fuerte y tubular, y de hasta dos metros y
medio de altura. Con viento del norte, está “disponible” durante todo
el año, pero alcanza su punto perfecto en otoño y primavera.
Frontón (Gáldar, Gran Canaria)
Sin lugar a dudas, una de las olas
más fuertes del planeta, apta sólo para expertos. Los bodyboarders son
los únicos que, salvo excepciones, surfean esta ola corta pero intensa
de hasta cuatro metros. Con derecha un poco larga y «tubera», y una
izquierda corta pero dos veces intensa. Necesita oleaje del norte o
noroeste y viento del sur o sureste.
El Brusco (Cantabria)
Accesible tras una larga caminata. Ola de metro a dos metros típicamente de “beach break” con varias rompientes de olas tubulares
y maniobrable. De izquierda y derecha tubular y rápida, necesita oleaje
del noroeste y viento del sur. Su mejor momento es el otoño.
La Machacona (Burela, Lugo)
Aislada de las principales urbes
surferas, esta ola ha aguantado la demanda sin llegar a crear tensión.
Una ola de derecha tubular muy noble que con dirección correcta de la
Ondulación (fuerte marejada del noroeste y viento del sur o suroeste) no
crea problemas. Muy buena para aquellos que quieren dar el salto de olas de playa a olas de roca. Alcanza de metro a tres metros y está en su máximo esplendor en otoño e invierno.
Confital (Las Palmas, Canarias)
Una de las mejores Olas de derecha
de Europa. Tiene en su consistencia y su arquitectura sus mejores
virtudes. Es técnicamente perfecta, pero peligrosa a causa de sus fondos
cortantes. Hasta hace muy poco esta ola se situaba en una zona marginal
de Las Palmas de Gran Canaria y los surfistas locales convivían con las
chabolas y el tráfico de la zona. Hoy, el lugar es un ejemplo de
remodelación paisajística. Alcanza de metro y medio a tres metros
y presenta sus mejores galas con marejada norte, oeste o noroeste y
viento del sureste. Su mejor temporada es durante el otoño y el
invierno.
Coxos (Ericeira, Portugal)
Ola emblemática para el surf
portugués y cuna de algunos de los mejores surfistas de este país. Esta
ola de poderosas derechas corre a lo largo del acantilado, no es
conocida por sus tubos pero si por su maniobrabilidad e
imprevisibilidad. En términos de ondulación reclama del noroeste, oeste y
sudeste y viento de sudeste, este o nordeste. Alcanza de metro a tres
metros y su temporada se extiende a lo largo de todo el año.
Yerbabuena (Barbate, Cadiz)
Una buena elección que por su
situación geográfica, y su poca consistencia, pasa desapercibida a los
ojos de los foráneos. Se trata de una ola de izquierda y derecha muy fuerte y tubular. Necesita ondulación de oeste o suroeste y viento del norte o Levante.