Cuarenta
intrépidos deportistas han desafiado este sábado al frío y al temporal
de olas que azotaba el mar Cantábrico para participar en la cuarta
edición de la Travesía Navideña de Stand Up Paddle disputada en la playa
Salvé de Laredo.
Sus trajes de neopreno asomaban
bajo el disfraz de Papá Noël, obligatorio entre todos los participantes
en una prueba que ha conseguido recaudar casi 300 kilos de víveres con
destino al Banco de Alimentos. Una fiesta del deporte y la solidaridad,
organizada por Atlantic Surf, que ha dejado para el recuerdo imágenes
inolvidables.
Muchos
de los participantes se han visto literalmente apeados de sus tablas
por un obstinado oleaje que ha puesto a prueba el temple, la destreza y
los reflejos de quienes se han atrevido a adentrarse en las gélidas
aguas laredanas. Incluso la salida ha debido trasladarse desde la zona
del Neptuno –a mitad de playa– hasta el Puntal, para eludir las
rompientes más hostiles que amenazaban con interceptar el avance de los
deportistas.
Pasadas las doce del mediodía, el alcalde, Ángel Vega, acompañado de la
concejal de Turismo y Festejos, Laura Recio, ha dado la salida a un
pelotón de divertidos competidores que han optado por aparcar trineos y
renos para capear el temporal izados en pie sobre sus tablas impulsadas a
toda velocidad por el brioso empuje de sus remos. Los más pequeños han
puesto a prueba su clase en un exigente trazado de 300 metros que han
superado con alguna que otra inesperada zambullida. Sobre cuatro
kilómetros han medido sus fuerzas los participantes en la categoría All
Round. Y los más experimentados han afrontado una travesía de casi ocho
kilómetros trazada en sentido de ida y vuelta entre la zona del Puntal y
el nuevo Puerto de Laredo.
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